Reflection: God’s love is not abstract — it is personal and embodied. The Incarnation reveals a God who chooses to be with us, to share our joys and pains. Love takes form and stays.

Reflexión: El amor de Dios no es abstracto: es personal y encarnado. La Encarnación revela a un Dios que elige estar con nosotros, compartir nuestras alegrías y dolores. El amor toma forma y permanece.